domingo, 10 de julio de 2011

Volvamos a la fuente



Quiero reanudar mis publicaciones enfatizando la necesidad de volver a la fuente. La fuente de la fe cristiana es la Biblia. Para entenderla necesitamos estudiarla a fondo. Debemos tener la Biblia como lo más familiar en nuestra mente. La mayoría de la veces sucede que somos parte de una iglesia y asistimos y cantamos, pero hemos perdido la familiaridad con el libro de Dios, seguimos en los mismos 3 versículos que aprendimos de memoria y a eso resumimos nuestro devoción a Dios... Pero no, la Biblia es un documento al cual debemos avocarnos más, por supuesto tomando en cuenta que fue escrito hace muchos años en otra cultura y en otros idiomas. Para entender su mensaje a cabalidad necesitamos transportarnos a la cultura, usos y costumbres, y al idioma en que fue escrito tal o cual pasaje. La Biblia no fue escrita o inspirada en la época de Lutero o Calvino, menos en la época de Washer o Seymour. Hasta los padres de la iglesia tuvieron problemas con el antiguo testamento debido a que no tenía una estrecha relación con el hebreo, sólo con el griego y el latín, todo a causa de la influencia greco-romana de su época. Y falta de relación se prolongó por casi 2000 años, pues en el siglo XX que el hebreo es resucitado, es en el siglo XX que se descubren los rollos del mar muerto, es en el siglo XX que la arqueología logra sistematizarse para convertirse en ciencia y es en el siglo XX que se dan los grandes descubrimientos arqueológicos en lo que a Biblia se refiere... Antes de eso había muchas limitaciones para el estudio profundo del Antiguo Testamento. Los reformadores y los grandes comentaristas que aparecieron después de ellos tenían esas limitaciones. Lamentablemente son los comentarios de los reformadores y posteriores los que pueblan las bibliotecas de pastores y maestros en general.



Pero, ¿debemos interpretar la Biblia a la luz del pensamiento de la reforma? o ¿debemos dejara que ella diga lo que dice en el propio contexto en que fue escrito?.



No podemos entender el texto, tratando de que encaje con el pensamiento contemporáneo.



El problema con muchos comentaristas contemporáneos es que ellos creen que pueden entender el texto mejor que quien lo escribió, y tratan de adaptar lo que dice a la era científica en que vivimos.



Pero, no debemos olvidar que la Biblia fue escrita en un mundo donde lo sobrenatural era el pan de cada día. Lamentablemente más o menos a partir del siglo V comenzó entre los intérpretes de la época un proceso llamado de "desmitologización de la Biblia", proceso que intenta quitarle al texto todo elemento de sobrenaturalidad... Sin embargo Dios es espíritu, por tanto no lo podemos percibir por los sentidos humanos. Eso hizo que para comunicarse con nosotros usara de intermediarios... ¿han oido hablar de los ángeles? ¿han oido hablar de Jesús que es la humanización del hijo de Dios?



Involucrémonos pues en esa tarea de volver a la fuente... Tal vez necesitemo ayuda de algún especialista en tal o cual idioma antiguo, o algún crítico textual. o algún arqueólogo o simplemente del diccionario Biblico o el diccionario español, pero vamos, empecemos. Seguiremos hablando...

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